El sector digital en España ha ido creciendo de forma constante en los últimos años, representando en la actualidad el 22% del PIB. No obstante, aunque se ha avanzado mucho, el grado de transformación digital de las empresas españolas debe mejorar para situarse a la par de sus homónimas europeas.
En este contexto, hace tres años, la inesperada crisis sanitaria y económica puso de relieve la importancia de la digitalización; hoy en día, la transformación sigue siendo la base para la competitividad y productividad. Pero no todas las compañías son conscientes de la necesidad de afrontar este proceso, ni todas lo hacen de forma planificada y ordenada.
a transformación digital de las empresas europeas está lejos de haber terminado. En realidad, es un proceso evolutivo que está en constante cambio. Por ello, en los próximos dos años, las empresas prevén un crecimiento del gasto en TI en un 70%, según el estudio, “Instantánea híbrida: impacto en los empleados y en la experiencia de TI” de Canon.
Hoy en día, los empleados esperan poder trabajar no solo desde una oficina, sino desde cualquier lugar, por lo que las empresas deberán invertir en herramientas adecuadas de colaboración digital y gestión de procesos. En este sentido, tienen que seguir transformándose digitalmente, lo que significa que los servicios en la nube y la gestión de la información deben ser aspectos prioritarios para el gasto en TI.
Actualmente, las compañías afrontan la digitalización de sus procesos de trabajo, con el fin de responder a la modalidad de trabajo híbrido actual. No obstante, aunque se ha avanzado mucho, los empleados continúan teniendo dificultades con los flujos de trabajo cuando están fuera de la oficina.
Las pymes españolas tienen un déficit estructural en materia de digitalización, unas carencias que no son tan marcadas en las grandes empresas. La falta de tiempo, de formación y también una cultura empresarial no proclive a la transformación digital han hecho que históricamente las pequeñas y medianas empresas no hayan afrontado este proceso.
Es importante resolver este déficit lo antes posible, ya que la digitalización, hoy en día, reduce los costes, ya que la empresa se vuelve más ajustada, ágil y centrada en lo que hay que hacer. Así, se evitan los gastos con errores y fallos, así como los gastos no estratégicos. En definitiva, gracias a la digitalización se hace posible construir una empresa mucho más rentable.
(Fuente: Revista Byte)