El artículo 4 de la Ley de Morosidad establece el pago de facturas en 30 días naturales después de la prestación del servicio o de la recepción de la mercancía, pero ese plazo se puede aumentar hasta 60 si existe un acuerdo entre las partes. Los servicios de un particular o empresa a la administración también están sujetos a 30 días para el abono de la factura. Si no se cumplen estos plazos, la Ley es clara, existen intereses de demora, pero en la práctica no se cumple ni uno ni otro, es decir ni los periodos de pago ni los recargos. Parece una práctica habitual entre empresas, ya sean grandes compañías o Pymes no cumplir con las facturas en el periodo legal. Porque el 70,5% se abona con retraso según el último Observatorio de la Morosidad publicado por CEPYME, es más, la media está en 82 días. Ha bajado un punto comparado con el año anterior, sí, pero no remonta a niveles legales.
Las Pymes continúan asfixiadas
La demora en el pago de las facturas incide especialmente en las empresas de menor tamaño que son las que tienen más dificultades de acceso al crédito
y las que más sufren la morosidad al ser proveedores en muchas ocasiones de otras compañías de mayor tamaño, si bien es cierto que las grandes corporaciones son las que menos tardan en pagar, la media es de 68 días según el estudio de CEPYME. La reapertura, el impulso de la actividad no se ha traducido a estas alturas en una mayor liquidez y en un incremento del pago de la deuda atrasada, muchas empresas y autónomos continúan asfixiados. 8 de cada 10 siguen considerando una amenaza real para su negocio estos retrasos y 4 de cada 10 aseguran que es el principal problema para no atreverse a realizar nuevas contrataciones, una situación que afecta especialmente al mercado de trabajo español cuyo tejido productivo está compuesto en un 90% por Pymes.
El 5% de las facturas se quedan sin pagar
Los retrasos no son el único problema, el 4,8% de las facturas que emiten las Pymes son devueltas por insolvencia lo que provoca que el 27% de las sociedades consideren que están en peligro. Estrella, con una pequeña empresa de metacrilato cuenta a COPE que sigue teniendo empleados en ERTE, de los 5 que tenía solo han vuelto 3 y le está costando mucho salir adelante, “a raíz de los impagos la situación es muy complicada porque te han dejado sin pagar y no hay manera de recuperar”.
Construcción y textil con más retrasos
Por rama de actividad, la construcción y promoción, junto con el sector textil se mantienen como las actividades con mayores retrasos en el pago, alcanzando los 103’3 y 99’6 días de periodos medios de pago, respectivamente. Además del sector textil, con un incremento del PMP (periodo medio de pago) de 3’5 días, los mayores aumentos se registran en el sector agroalimentario, con 2’6 días más, pasando de 74’4 a 77 días y en el sector químico que pasa de 74’7 días a 76’8 días.