Extremadura vive este lunes un paso más en su reivindicación histórica de modernización del transporte ferroviario con la inauguración de un tramo de alta velocidad entre Cáceres y Badajoz, rodeado de polémica, ya que colectivos y oposición consideran que el servicio no reúne las características para ser denominado como tal.
El viaje inaugural contará con la presencia del rey, acompañado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que harán el viaje desde Cáceres a Badajoz, donde se celebrará el acto institucional.
El tramo forma parte de lo que en un futuro será la línea Madrid-Lisboa, de la que, por el momento, solo estará en funcionamiento el tramo extremeño Plasencia-Badajoz que, además de no estar electrificado, tampoco parará en la localidad placentina.
Lo hará en la estación de Monfragüe, a unos 15 kilómetros, pese a que sí salió de Plasencia el 23 de junio, cuando se hizo la prueba oficial, con presencia de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez.
El servicio será prestado por un tren de altas prestaciones (los remodelados Alvia S-730), que circulará por la plataforma de la alta velocidad, todavía incompleta y para cuya electrificación habrá que esperar hasta 2023.
(Fuente: 20 minutos)