El 75% de las empresas españolas ha empezado su proceso de digitalización, según datos de EBS Business School. Este camino, acelerado por la pandemia de Covid-19, no siempre es fácil y las compañías, independientemente de su tamaño, deben saber adaptarse a los cambios que se dan en el mercado si quieren culminar la tarea con éxito. Según la consultora beServices, la gran mayoría de negocios fracasará o incluso se arriesga a desaparecer en el intento de transformarse digitalmente si no tienen en cuenta algunos factores clave.
“La transformación digital no es una solución o un producto cerrado, es un proceso que seguir, un camino de mejora continua que requiere de un cambio cultural y estratégico, porque la innovación es constante y seguiremos viendo la aparición de nuevas tecnologías que darán mejor respuesta y solucionarán nuevas necesidades”, explica Francisco Rodríguez, director general de beServices.
La tecnología es fundamental para que las empresas sean más competitivas, eficientes y resilientes. Algunas soluciones tecnológicas destacables son el cloud computing, por su flexibilidad, optimización de recursos y agilidad que aporta. Además, facilita el acceso al internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial o el machine learning. También la automatización para tareas que son repetitivas y de poco valor, con el fin de mejorar la productividad. Y el business intelligence, que permite conocer mejor al cliente, teniendo en cuenta que el volumen de información crece diariamente. De hecho, según un informe de IDC, el volumen de datos generado en 2025 será 175 veces mayor al de 2011.
Otra variable en la ecuación es el talento. Sin la implicación de las personas, el proceso de digitalización no llegará a buen puerto. “Es muy importante que las empresas tengan la capacidad de captar y retener talento digital en sus equipos y, al mismo tiempo, adopten un por un modelo de innovación colaborativa: la coinnovación”, apuntan desde beServices.
Por otro lado, es absolutamente necesario tener una cultura empresarial que se adapte al ecosistema digital, en la que se impliquen los miembros de la compañía para que se posicionen como la base, junto a los recursos tecnológicos, de una empresa dinámica, competitiva e innovadora.
Por último, la formación es indispensable. Según datos de un estudio realizado por Salesforce, el 73% de los empleados no se ve capacitado para adquirir las competencias digitales que necesita; un 76% no se considera preparado para el futuro; y, aunque el 82% de los encuestados planea aprender nuevas habilidades en el futuro, solo el 28% participa activamente en programas de formación sobre habilidades digitales.
España, en su Agenda Digital 2025, establece la capacitación digital entre sus diez ejes prioritarios, con el objetivo de lograr que el 80% de la población tenga competencias digitales básicas a la finalización de su periodo. Si las empresas no logran formar y capacitar a sus empleados en competencias digitales, que les permitan adaptarse al nuevo entorno digital, dejarán de cumplir con el principal objetivo por el que fueron contratados: aportar valor.
(Fuente: Cinco Días)