Pese a la situación económica actual, el 52% de las empresas españolas sigue manteniendo los precios de sus productos o servicios, según el informe de Tendencias empresariales 2022 elaborado por Adecco Learning & Consulting. Sin embargo, solo un 34% de las compañías manifiesta tener una capacidad financiera óptima que les haga seguir siendo competitivas en el mercado.
«A pesar de la inflación que estamos viviendo en los precios a nivel general y que afecta sobre todo a los básicos, las compañías viven una situación de «incertidumbre» muy importante», señala a elEconomista Victoria Benlloch, directora de Estrategia y desarrollo de Negocio Adecco Learning & Consulting.
Este indicador tan elevado repercute en una perdida de poder adquisitivo de los salarios. «A nivel general podemos decir que no están siendo compensadas» las remuneraciones con la situación económica actual, explica Benlloch. Asimismo, asegura que las empresas han aplicado incrementos salariales que se sitúan como máximo alrededor del 3%.
«Las compañías son muy cautas con las políticas de incrementos salariales, ya que tenemos que tener en cuenta que los costes salariales siguen siendo la partida de gastos más importante de una empresa y además es un coste fijo que en momentos de crisis e incertidumbre es necesario controlar ya que puede hacer tambalear la tesorería de la compañía y su existencia», añade.
No obstante, determinados puestos relacionados con la sanidad, informáticos, comerciales, de marketing y de control financiero han incrementado en mayor medida los salarios siendo estos más ajustados a la realidad.
Otro de los aspectos que recoge el estudio de la consultora tiene que ver con los cambios del mercado laboral. «Actualmente nos encontramos a nivel general en una situación de gran fuga de talento, movimientos de las personas de una empresa a otra, esta situación es problemática en las compañías», declara la directora de Estrategia y desarrollo de Negocio Adecco Learning & Consulting.
Esta situación se debe a una falta de alineamiento y propósito entre empleador y empleado. Y es que, cada vez más, los empleados valoran aspectos vinculados con la existencia de una carrera profesional, la posibilidad de teletrabajo, un plan de desarrollo y formación, conciliación laboral o un plan de beneficios. «Unos aspectos que anteriormente no tenían el mismo peso y eran considerados como secundarios», añade.
Por su parte, las empresas «parece que no han visto tan modificados sus intereses y propuestas a las que tenían con anterioridad, ofreciendo en la mayoría de los casos las mismas ventajas». Así, y según evidencian los resultados del informe, un 80% de las compañías no han cambiado sus esquemas retributivos, ni la estructura salarial, ni el paquete de beneficios que se pone a disposición de los empleados/as.
Precisamente, uno de los beneficios más solicitados actualmente es la implantación del teletrabajo, una modalidad laboral que venía para quedarse con la pandemia pero que muchas empresas ya han empezado a desechar. De esta manera, un 27% de las empresas no dispone de ningún día de teletrabajo y el 47% lo aplica únicamente en algunas posiciones más administrativas.
Entre las causas de esta falta de aplicación, Benlloch destaca varios factores a los que puede deberse. «La falta de confianza de los directivos hacia los colaboradores, la escasa información y conocimiento de cómo medir la productividad de estos empleados que no están físicamente cerca, o quizás se trata más de un tema cultural ».
Con todo, la directora de Estrategia y desarrollo de Negocio Adecco Learning & Consulting, se pregunta «si acaso los trabajadores no estamos preparados todavía para trabajar por proyectos y seguimos validando las horas de dedicación como punto importante de la valía de las personas».
(Fuente: El Economista)
