El nuevo sistema de cotizaciones sociales de los autónomos, que se pretende ajustar a los ingresos reales de estos trabajadores, se está convirtiendo en un gran quebradero de cabeza para José Luis Escrivá. El titular del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones acaba de presentar una 3ª propuesta de para buscar el consenso con las principales asociaciones de trabajadores autónomos. Respecto al anterior esquema, planteado apenas hace diez días, supone una ligera rebaja en las cotizaciones de los autónomos con menos rendimientos y una subida para los que más facturan.
La nueva tabla de cuotas incluye 12 tramos de cotización que van desde los 204 a los 1.123 euros. La anterior propuesta contemplaba una horquilla entre los 212 y los 991 euros, tal y como aseguraron a este medio fuentes cercanas a la negociación. Según los datos que maneja el ministerio de Escrivá, más de 1,3 millones de autónomos tienen unos rendimientos netos -diferencia entre ingresos y gastos deducibles- inferiores a los 700 euros al mes. Estos deberían pagar, según el nuevo esquema, 204 euros, lo que les supondrá un ahorro de 1.080 euros al año.
Los autónomos cuyos rendimientos netos se sitúan entre los 700 y 900 euros al mes también verán reducida su cuota en 50 euros respecto a la anterior propuesta y tendrán que pagar 244 euros mensuales. Para ellos el ahorro anual alcanza los 600 euros. El tercer tramo integra a aquellos con rendimientos netos entre 900 y 1.125 euros al mes.
Como novedad, aquí se incluirán también a los societarios, los familiares colaboradores y los religiosos, aunque sus rendimientos sean menores a 700 euros. Todos ellos pagarán una cuota mínima de 264 euros mensuales, también si presentan rendimiento cero o incluso negativo. Con todo, la nueva propuesta les supone un ahorro de 360 euros mensuales, puesto que actualmente deben cotizar 294 euros.
Otro grupo de autónomos que, de prosperar los planes de Escrivá, se vería beneficiados son los que declaran rendimientos entre los 1.125 y los 1.300 euros al mes. Estos tendrán que hacer frente a una cotización de 290 euros mensuales. La anterior propuesta era de 316 euros. De ahí que, incluso los que ganen menos que el salario mínimo (1.000 euros al mes) abonarán cuatro euros menos que lo que pagan ahora.