El escenario económico actual es cualquier cosa menos previsible. No solo se trata de los efectos de una inflación elevada, sino de las consecuencias energéticas de una guerra en Europa o una séptima ola de contagios que se está pasando por alto.
Y todo ello supone más incertidumbre para las inversiones. Por eso la ralentización de la economía es un hecho, por segundo mes consecutivo se frena la creación de empresas según los datos aportados por el INE.
En mayo se crean 9.132 sociedades mercantiles, un 4,6% menos que en el mismo mes de 2021. Es el segundo mes consecutivo donde en la comparación con el año anterior vemos un descenso ya que en el mes de abril ocurrió lo mismo.
A esto se suma que aumentó ligeramente la disolución de empresas, con un total de 1.728, un 0,3% más que en el mismo mes de 2021. De éstas, el 76,3% lo hicieron voluntariamente, el 8,4% por fusión y el 15,3% restante por otras causas.
Si queremos buscar un buen dato lo tenemos en el capital suscrito para la constitución de empresas que supera los 376 millones de euros, con un aumento anual del 12,9%. No aumenta de igual manera las ampliaciones de capital, que descienden en la tasa interanual.
Y todo esto en un escenario donde la inversión de los fondos europeos tendría que haber generado el ecosistema necesario para una recuperación económica sólida. Lo cierto es que todo esto va a suponer un otoño muy complicado para el mundo de la empresa.
Un último aspecto a tener en cuenta es el fin de la moratoria concursal, del que empezaremos a ver sus efectos con las estadísticas de julio. Aquí vamos a ver el daño que ha hecho esta crisis al tejido empresarial y cuántas no han podido resistir.