Las empresas españolas se muestran más optimistas que la media europea y zona euro en lo que se refiere a la evolución de su actividad de cara al año que está a punto de comenzar. Todo pese a la crisis de la guerra en Ucrania, tan próxima de nuestras fronteras, y con la onda expansiva que está generando.
Se trata de una de las principales conclusiones a las que ha llegado la Cámara de Comercio de España en la Encuesta de Perspectivas Empresariales 2023, donde las compañías de nuestro país superan en expectativas al resto en ventas nacionales, exportaciones, empleo e inversión.
El estudio, realizado a partir de la opinión de más de 42.000 empresas europeas (de las que 2.480 son españolas) presenta, no obstante, perspectivas menos optimistas que hace un año, aunque las nuestras siguen mejorando a sus homólogas en el continente.
El punto en el que las compañías españolas son más optimistas es el de las exportaciones, con un saldo de 21,7 puntos frente a la media de -2,8 de las empresas europeas. Un saldo neto que se corresponde con el resultado de la diferencia entre el porcentaje de empresas que prevé aumento y el que espera disminución.
De hecho, ya el pasado año el sector exportador alcanzó un nuevo máximo histórico ya que fue la primera vez que se superaron los 300.000 millones, completando el mejor año de su historia.
Según el informe de la Cámara de Comercio, España se encuentra quinta en el ranking de países cuyas perspectivas sobre las exportaciones son más favorables. Sólo por detrás de Turquía, Croacia, Portugal y Serbia.
A nivel europeo, la caída de las perspectivas también es reseñable en el apartado de ventas nacionales (0,8 puntos para 2023 frente a un saldo de 16,9 un año antes). En comparación, las compañías españolas son también optimistas, con un saldo de 7 puntos a favor.
Respecto a los proyectos de inversión entre las empresas de nuestro país, las expectativas vuelven a estar por encima de la media europea, al igual que en lo referente al empleo, donde las firmas se muestran algo por encima de la evolución que la zona euro pronostica en sus territorios.
Pero no todo va a ser de color de rosa. A falta de evidenciar con buenos resultados todos los buenos pronósticos, la encuesta también señala algunas de las preocupaciones latentes en nuestro entramado empresarial.
El informe refleja que dos de cada tres empresas españolas defienden que los costes laborales van a ser el principal condicionante de su actividad durante el 2023, sustituyendo a los costes energéticos y de producción de las materias primas, que hasta hoy eran los mayores espectros dentro de todas sus preocupaciones.
Así, el 65% de las compañías cree que el coste laboral va a ser insostenible para que su actividad crezca de cara al próximo año. No obstante, las empresas pertenecientes al conjunto de la UE siguen mostrando más temor porque pueda comprometerse el acceso asequible a la energía y a las materias primas.
Tras el avance postpandemia que hemos experimentado estos últimos meses, las perspectivas de las empresas europeas se han reducido, conscientes de la situación originada por las tensiones geopolíticas, dificultades de abastecimiento, comportamiento de los precios de la energía o nivel de ejecución de los fondos europeos.
A expensas de lo que pueda deparar un nuevo año, conviene no bajar la guardia y ser conscientes de las fortalezas que cada país puede sumar al el bien común para encarar 2023 sin tanta incertidumbre.
(Fuente: Cámara de Comercio)